viernes, 26 de junio de 2015

BENEFICIOS DE LA APITERAPIA, DR JULIO CESAR DIAZ

Cada vez más personas se animan a las inyecciones de veneno de abeja para tratar las más variadas dolencias y enfermedades. Esta técnica milenaria se llama apiterapia y se basa en el restablecimiento o mantenimiento de la salud a través del uso de la apitoxina (veneno de abeja) y de los otros productos de la colmena.
 

El doctor Julio Cesar Díaz, fundador y primer Presidente de la Asociación Argentina de Apiterapia, asegura que los beneficios de la apitoxina van desde corregir y levantar el sistema inmunológico, hasta estimular la hipófisis para poner en marcha todo el sistema glandular.

También señala que "ayuda a bajar la presión arterial, disminuye el azúcar en sangre, previene infartos y estimula el rejuvenecimiento celular, al obligar al cuerpo a eliminar células viejas".
Existen muchas maneras de aplicar la toxina de abeja, pero las más comunes son las inyecciones del veneno, cremas, cápsulas o en diversos preparados.
La Asociación Argentina de Apiterapia estima que, en la Argentina, más de 60.000 personas usan apitoxina inyectable para tratar desde infecciones resistentes a antibióticos, artritis, artrosis y enfermedades como el lupus, la esclerosis múltiple y la diabetes.
La apiterapia muestra los mejores resultados en enfermedades osteo-articulares, ya que la apitoxina regenera los tejidos, saca el dolor y desinflama. "Hay que aclarar -cuenta Díaz- que en muchos casos se utiliza como tratamiento con recuperación; aunque no siempre con el ideal de la curación".
Como en cualquier tratamiento, los resultados dependen del paciente y de la enfermedad que esté atravesando, en algunos casos el dolor y la inflamación se desvanecen luego de las primeras sesiones, y en otros el paciente debe dedicarle más tiempo para lograr cambios significativos.
A pesar de no estar totalmente aceptada por la medicina occidental tradicional, los adeptos a esta terapia y los profesionales que la estudian no la toman como una vía alternativa. El doctor Díaz asegura que la apiterapia "ofrece respuestas a muchos problemas en donde la medicina oficial no tiene tratamientos o son deficitarios".
Al tratarse de una toxina, no todo es color de rosa; por supuesto que existen contraindicaciones. La principal es la probable alergia al veneno de abejas, lo que prohíbe totalmente este tipo de terapia.
El resto de las contraindicaciones son muy raras y de escasa importancia, normalmente los profesionales que usan la apitoxina realizan el test de alergia en la primer consulta y antes de cualquier aplicación.
Los beneficios de esta terapia natural están ganando fuerza en todo el mundo, llamando la atención de los médicos y científicos. Profesionales de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington, en Saint Louis, publicaron en el boletín Antiviral Therapy que una toxina que compone el veneno de abeja podría destruir el virus del HIV.

POR OSCAR COVI.

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